En los talleres de iniciación musical para chicos se trabaja en grupos a partir de los 4 años. Son talleres de una hora por semana en donde los chicos, a través de juegos y canciones, se familiarizan con conceptos musicales tales como sonidos, silencios, alturas de sonido, ritmo, melodía, armonía, estilos musicales y, en los grupos de niños más grandes, también con conocimientos básicos de notación musical.
Se trabaja con el cuerpo y la voz, con instrumentos de percusión convencionales o fabricados por ellos con materiales reciclables. En los grupos a partir de los 6 años los chicos también comienzan a explorar instrumentos como guitarra, piano, bajo, batería, sin ahondar en la técnica de cada instrumento pero con el propósito de que descubran las posibilidades de sonidos de dichos instrumentos y conozcan sus funciones en un grupo musical.
Con adaptaciones sencillas de canciones conocidas o creadas por ellos, logran escucharse y ensamblar cada instrumento con el fin común de hacer sonar la canción. Todo lo desarrollado en la experiencia de taller es muy valioso para el estudio de un instrumento en particular: los conocimientos musicales aprendidos en un clima de juego, las nociones rítmicas trabajadas a través del cuerpo y la voz, la experiencia de grupo.
Al concluir la experiencia del taller, los alumnos que deciden estudiar un instrumento de manera individual tienen, para no perder lo enriquecedor de la práctica grupal, la posibilidad de hacer ensamble, que consiste en un grupo de alumnos de distintos instrumentos dirigidos por un profesor. En el ensamble no hay rotación de instrumentos como en los talleres si no que cada alumno participa con el instrumento que estudia.
La Escuela donde se dictan los talleres está ubicada en el barrio de Colegiales (límite con Belgrano y Palermo) a unas cuadras de la estación Olleros del subte D.
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